viernes, 21 de enero de 2011

CHICAGO, DÉCADA DE 1920

Como hemos visto en la película de Cotton Club, el jazz está muy ligado al consumo de alcohol y a la prostitución por ser en los clubs donde se pueden oir estos nuevos ritmos. Y también se observa en la película que al público blanco le entusiasmaba ese nuevo ritmo, buena prueba de ello es que empiezan a aparecer músicos blancos: Bix Beiderbecke (trompetista)…, más tarde Paul Whiteman, Benny Goodman…
         De esta época es el famoso trompetista negro Louis Amstrong, sin duda la figura más representativa del género. A él le debemos la introducción de los solos (uno a uno cada instrumento de la banda para lucirse  ejecuta en solitario un “solo”, que se integra en la pieza).
         A partir de este momento y ligado al éxito de esta nueva música, las bandas empiezan a crecer pudiendo componerse de 10 o más músicos (Big bands),  convirtiéndose en orquestas. En delante, uno de los componentes va a hacer el papel de arreglista, es decir, escribe la música y controla las improvisaciones y los solos de la banda, sin por ello perder la frescura.
         Durante la gran depresión económica del 1929 en EEUU, y a pesar de la grave situación, el público no dejó de pedir jazz. De esta época es el famoso pianista Art Tatum.
         Fue precisamente en esta época de depresión económica cuando el jazz salta a Europa logrando un gran éxito. Esto lo veremos claramente en la próxima película “Los rebeldes del swing”, ambientada en el Berlín  de 1939, y dónde los nazis van a prohibir este tipo de música por ser “música de negros”. En ella aparecerán los nombres de Benny Goodman y de Glenn Millar, músicos blancos, como modelos de este ritmo que ha cautivado a Europa.

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